13 de junio de 2008

Maquillaje para un accidente

Actualidad sanitaria
13/06/2008.- Enfermería realiza un simulacro para adiestrar a unos 20 alumnos en situaciones de emergencia.

Diez heridos, tres en estado crítico, cinco graves y dos leves, es el balance de la colisión de dos coches que tuvo lugar ayer a medio camino entre Ejea de los Caballeros y Tauste. Las UVI móviles de Ejea y Tudela, una ambulancia, atendidas por cuatro médicos, cuatro enfermeros y seis técnicos de transporte sanitario, estabilizaron a los heridos a lo largo de 60 minutos, que se recuperaron sin secuelas. Bastó un poco de agua y jabón para borrar la enorme cantidad de maquillaje que simulaban diferentes traumatismos, moratones enormes y sangre que manchaba piel y ropas.

Este fue el panorama que se vivió durante una hora y media en la explanada del hospital Militar de Zaragoza, donde se llevó a cabo un simulacro de un accidente múltiple por un total de 20 enfermeros que han participado en el curso de experto universitario en Urgencias y Emergencias, y que se ha impartido en la sede del Colegio de Enfermería de Zaragoza con un total de 250 horas teórico-prácticas.

"Hemos simulado el accidente en unas condiciones difíciles, como puede ser en el medio rural, y con recursos escasos. En el supuesto se ven afectados dos automóviles que, como consecuencia de una colisión fronto-lateral, resultan diez heridos de diversa consideración", señaló José Manuel Aguilón, enfermero docente del curso, que trabaja en el 061 de Galicia. Según el planing del programa, los recursos asistenciales fueron llegando según lo previsto. La primera en llegar fue la UVI móvil de Ejea, a los diez minutos del suceso. Tres minutos después, un equipo médico de Primaria de Tauste, en coche. Un minuto más tarde, una ambulancia de Ejea, con personal de Primaria. Nueve minutos después apareció la UVI móvil de Tudela. El propio Aguilón hacía las veces de centralita del 112, coordinando el envío de recursos.

El simulacro adquirió progresivamente matices de realidad, con el sonido de sirenas de las ambulancias que llegaban, los gritos incesantes de los heridos --cinco en cada vehículo--, incluidos los desesperantes llamamientos de uno de ellos que alertaba de que un compañero no le respondía. Otro copiloto, al que la mercromina le había encharcado la nariz y la ropa, era incapaz incluso de responder a los periodistas, tal era su estado de semiincosciencia tras sufrir un traumatismocraneoencefálico.

Los técnicos trasladaban a uno de los heridos en una camilla portátil hasta la UVI móvil. Ahí quedaba inmóvil y estabilizado, con gotero y mascarilla de oxígeno incluidos. Tan solo delataba a la falsa herida un estornudo, provocado por los rayos del sol.

"Con esta prueba lo que hacemos es poner a prueba a nuestros alumnos, haciéndoles actuar disponiendo de pocos recursos al tratarse de un medio semi-rural, que es la circunstancia que trasforma un accidente en catástrofe", apuntaba el coordinador. "Ellos son los que deben coordinar con el Centro de Emergencias el envío de las ambulancias necesarias y efectuar el triaje de las víctimas, que serán evacuadas en función de su gravedad y de los centros útiles disponibles", puntualizaba Minguijón. El curso, de 250 horas de duración, ha sido impartido por una decena de profesores.

El Periódico - CARMINA PUYOD
Fotos: BORRALLO

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