10 de julio de 2011

Zuera y sus bomberos voluntarios

Hacen una labor que muchas veces no se ve. Pero siempre están cerca del ciudadano. Son la brigada de bomberos voluntarios de Zuera, que está formada por 25 personas, con una media de edad de 25-30 años. Dos de ellas son expertos profesionales --de la brigada 112-- que dedican su vida a esta labor. El resto, vecinos y vecinas anónimas que destinan muchas de las horas de su tiempo a las guardias que se exigen a los componentes de esta agrupación, que depende de la Diputación de Zaragoza, aunque la mayor parte de los recursos que la sustentan vienen del Gobierno de Aragón y el consistorio zufariense.
"La única exigencia para formar parte de este grupo es que se esté empadronado y se resida en la localidad, para que estén cerca en caso de necesitarlos", explica José Mª Salas, coordinador--jefe del parque de bomberos. Luego, una vez aceptado el compromiso, todos los integrantes de la brigada se someten a cursos de formación continua. "Algunos los realizamos en la Escuela de Formación de la DPZ en La Almunia, otros son talleres que efectuamos en el propio parque", precisa el especialista.
Entre los primeros se encuentran los de incendios confinados, "para aprender a resolver situaciones de fuego en espacios cerrados, como viviendas, garajes, etc., dado que el fuego en estos recintos se comporta de un modo diferente que en los lugares abiertos, donde se aplica otro protocolo", comenta Salas.
Tráfico
Además, entre las funciones de este cuerpo está resolver situaciones en accidentes de tráfico, incluyendo excarcelaciones de vehículos, por ejemplo, una práctica que los de Zuera han aprendido en un taller realizado en el propio parque, igual que el llevado a cabo de apertura de puertas de domicilios sin necesidad de romperlas. Gracias a esta técnica, hace pocos días salvaron la vida de un vecino del municipio, que tras sufrir una grave dolencia quedó atrapado en su casa. Todas estas labores no relacionadas con el fuego son las que compaginan los componentes de la brigada con las de extinción de incendios propiamente dichas, ya que con la llegada del calor el riesgo es mayor. Además, se recuerda que está prohibido tirar colillas, cristales o elementos que puedan producir reflejos en el monte, y, en el caso de los agricultores, quemar rastrojos.
La brigada de bomberos voluntarios de Zuera cuenta con un coche ligero que está dotado con un equipo de respiración autónomo y cizallas, un camión todoterreno, ideal para utilizar en la zona del monte y los campos y un camión nodriza que sirve para suministrar el agua de apoyo para controlar el incendio. "Nos haría falta un camión pequeño con la equipación necesaria para excarcelar y actuar en accidentes", dice el jefe de la brigada.