16 de agosto de 2008

Navatas en la Expo 2008

"Si bajas una vez repites"
Los navateros del Sobrarbe hicieron una exhibición de esta tradicional práctica.
La Fiesta Mayor Aragonesa es una buena oportunidad de acercar a los visitantes de la Expo una muestra de la cultura y el folclore de la comunidad, y qué mejor manera de complementar este encuentro que con una actividad tan tradicional, y al mismo tiempo relacionada con el agua, que un descenso por el Ebro en navata. La Asociación de Nabateros del Sobrarbe demostró ayer que estos elementos siguen vivos en Aragón en una exhibición que congregó a numerosos visitantes en el frente fluvial.

La broma era fácil: "Estos barcos no se encallan", era el comentario habitual, en referencia a los problemas de la navegabilidad en el Ebro. Los navateros, orgullosos, compartieron con los asistentes la recuperación de esta práctica, que ha pasado de ser el modo más práctico de transportar la madera a convertirse en la afición de muchos habitantes de la comarca y los alrededores que se niegan a ver desaparecer esta tradición. "Si lo pruebas, seguro que repites", aseguraban Joaquín Cerezuela, José Antonio Murillo y Javier Garcés bajo el pabellón puente minutos antes de embarcar.

La afición a las navatas no se limita al descenso por el río. La construcción de estas embarcaciones es la otra cara de esta actividad, la menos conocida y la más sacrificada. A juicio de Cerezuela, habría sido interesante poder montar una exhibición en el mismo recinto para mostrar a los visitantes cómo se monta una barca de estas características. "Todos los materiales son naturales, y es un proceso curioso --asegura--. La elaboración es dura, y hace falta habilidad y tiempo, además de la fuerza bruta".

Así, una vez al año se contruyen las navatas que participarán en los encuentros que reúnen a participantes procedentes de todo el mundo. Desde Laspuña y Puyarruego, donde se encuentran los orígenes de esta tradición en el Sobrarbe, hasta el resto de la comarca, del país y de otros territorios, como Austria y Finlandia, los navateros muestran sus habilidades montando y tripulando estas embarcaciones.

PRESENCIA FEMENINA

Aunque las navatas han sido una actividad tradicionalmente reservada a los hombres, poco a poco hay mujeres que se van incorporando a esta tradición. Ayer, Encarna Domínguez y Silvia Arcas eran el mejor ejemplo.

"Lo que pasa es que las mujeres somos minoría en todos los campos, pero poco a poco vamos avanzando, y yo creo que cada vez habrá más", aseguraba Domínguez. Esta navatera lleva ya varios años construyendo y navegando, y confirma que es una afición que "engancha". Arcas, por su parte, se estrenaba ayer después de haber contribuido a la elaboración de la barca durante el año.

La alegría de los navateros y el interés de los visitantes dejaron claro que esta tradición tiene gancho. Y una Expo centrada en el agua fue, cómo no, el mejor lugar para demostrarlo.
M. Franco – El Periódico de Aragón
"Desde primeras horas de la mañana, hasta bien entrada la tarde un grupo tradicional de navateros venidos desde el Sobrarbe, descargaron los pesados troncos, montaron y unieron las tres balsas que conforman la navata para después, bajar por el rio Ebro hasta el embarcadero del puerto fluvial de la Expo 2008 donde volvieron a subir la pesada carga en un camión con grúa dispuesto para tal fin. Durante el descenso por el Ebro, fueron escoltados por dos embarcaciones neumáticas de Bomberos y otra de Cruz Roja, dispuesta al finalizar el último tramo junto al graderío fluvial. Algunos visitantes pudieron subirse a la navata y descender unos metros, bajo la atenta mirada de bomberos, Cruz Roja, voluntarios de la Expo y personal de seguridad. Emoción y tradición unidas en un día festivo aragonés."