30 de agosto de 2008

Ascenso Torre del Agua

Doscientas personas participan en la carrera solidaria de la Torre del Agua
Esta ha sido una carrera preciosa y muy emocionante, con la Expo de fondo y las luces que iluminan Zaragoza". Todavía hablaba con la voz entrecortada por el esfuerzo y, a pesar de todo, Pilar Crespo no podía parar de sonreír. Había vencido en la categoría femenina de la carrera solidaria de ascenso a la Torre del Agua y su rostro reflejaba toda la alegría y satisfacción del mundo.

Cerca de doscientos corredores aguardaban impacientes a las diez y diez de la noche a que se diera el pistoletazo de salida. Comenzaron las chicas. Aunque en un principio su categoría estaba pensada únicamente para las féminas, la gran cantidad de corredores inscritos en la carrera masculina hizo que la organización decidiese sustituir la competición femenina por una mixta, aunque se siguió considerando vencedora a la primera mujer que cruzó la meta. Muchas fueron perfectamente preparadas, pero también hubo participantes que habían decidido inscribirse solo por el objetivo solidario del ascenso: recaudar fondos para la construcción de un pozo en una ciudad de Togo. Alguna participante incluso provocó aplausos de admiración entre los trabajadores y voluntarios de la muestra que animaron a los participantes durante todo el recorrido. Es el caso de María Pilar Paniagua, que con 77 y una prótesis de cadera, llegó al Nube Bar ágil y bien fresca. También hubo otras corredoras que, al llegar a la meta, se vanagloriaban de "tener ocho nietos" y, a pesar de todo, ser capaces de participar en este evento.

La competición masculina fue mucho más rápida. Casi sin tiempo de reacción, el ganador, Antonio Abadía, rompía la cinta y se proclamaba ganador. Solo tardó seis minutos y cuatro segundos en recorrer la pasarela de la Torre del Agua y subir 23 pisos, con un recorrido de más de 1.700 metros. Eso sí, la carrera estuvo muy reñida ya que el segundo clasificado, que corrió con el dorsal número 5, le pisó los talones durante todo el recorrido. Pero en realidad, y como los propios ganadores reconocieron, en esta ocasión el resultado era lo de menos: "Siempre es un placer participar en este tipo de carreras benéficas", explicó Abadía.

Pero si alguien se convirtió en protagonista, fue uno de los participantes que compitió en una silla de ruedas. Joaquín Pacheco siempre participa en este tipo de competiciones, ya que practica deporte de manera habitual: "Mi objetivo era demostrar que las personas en sillas de ruedas también podemos hacer ejercicio". Desde luego, la suya fue la mejor demostración.