Algunos pocos saben que las Fiestas del Pilar son estresantes para los cuerpos de emergencias, y la verdad es que han sido tranquilas pero intensas, en el transcurso de ellas varias personas me han preguntado en alguna ocasión y yo mismo me he hecho esa pregunta alguna vez de porque soy voluntario? y más cuando siempre hay algún egocéntrico desagradecido y en estos tiempos en que nadie hace nada si no recibe una contraprestación bien sea económica bien sea en especie, pues bien ayer tuve mi recompensa y mi respuesta a esa pregunta que me reafirma en mis convicciones, en un servicio más que tranquilo tuvimos que atender a una pequeñaja de poco más de un año que se cayó y hubo que suturarle una pequeña herida en el mentón, cuando la saque en brazos del botiquín después de haberle hecho un pollo-globo con un guante para entregársela a su madre y se volvió con los ojos aun llorosos de haber aguantado como una campeona que le cosieran la barbilla, rodeada de desconocidos con uniformes de colores vivos y me esbozo una gran sonrisa a la vez que me mandaba un besito y me decía adiós con la manita solo con eso ya me considero pagado, la sonrisa de un niño vale más que todo el oro del mundo. GRACIAS JARA POR HABERME RECARGADO LAS PILAS.- Pedro Jimeno
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