
Según el Ministerio de Sanidad, se estima que cada año se producen en España más de 24.500 paradas cardíacas extrahospitalarias. La fibrilación ventricular es la responsable inicial de hasta un 85% de ellas y la experiencia científica ha demostrado que la efectividad de la desfibrilación temprana en la recuperación de un ritmo cardíaco eficaz es del 90% cuando es posible efectuarla en el primer minuto de evolución.
Además, cada año, 68.500 pacientes sufren un infarto agudo de miocardio en España. De ellos, aproximadamente un 30% fallece antes de ser atendido en un hospital.
El decreto del Gobierno indica que las máquinas deberán estar colocadas en sitios accesibles y señalizadas de una manera adecuada. Además, se instruirá al personal no sanitario que trabaje en las instalaciones donde se coloquen los desfibriladores para que sepan cómo utilizarlos.
El Gobierno de Aragón ya inicio en el año 2006 la instalación Columnas de Rescate Cardiaco (CRC) en edificios públicos de la administración aragonesa como medida de prevención y seguridad laboral, regulando la utilización de desfibriladores externos por personal no médico ni de enfermería en establecimientos no sanitarios.
El desfibrilador externo (automático/semiautomático) es un equipo técnico que, aplicado sobre el tórax del paciente, es capaz de analizar el ritmo cardiaco, identificar las arritmias mortales tributarias de desfibrilación, e informar cuándo es necesario administrar una descarga eléctrica y, en su caso, administrarla para restablecer el ritmo cardíaco, con altos niveles de seguridad.
El uso de desfibriladores externos puede abarcar a las entidades, empresas, establecimientos o servicios que reciban, por las que transiten o permanezcan grandes concentraciones de personas. Se recomienda instalar al menos un desfibrilador en lugares como las terminales de transporte internacional y nacional con un tránsito superior a 1.000 personas al día, los centros comerciales con una superficie superior a 1.000 m²; los estadios, centros deportivos, locales de espectáculos, salones de conferencias, eventos o exposiciones, gimnasios y centros educativos con capacidad para más de 500 personas, y en aeronaves, trenes o embarcaciones con capacidad igual o superior a 100 pasajeros.

En el momento en que se extrae el desfibrilador externo automático de la columna de rescate se genera simultáneamente una llamada a la central de emergencias. Si no se detecta fibrilación en el paciente, no se podrá realizar en ningún caso la descarga. (Se adjunta gráfico explicativo de Columna de Rescate Cardiaco). El desfibrilador externo ha sido desarrollado especialmente para ser utilizado por primeros intervinientes y por personal no sanitario con la debida formación.
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