La Cruz
Roja agradece que se premie a "la mayor red humanitaria del mundo"
El
presidente de la organización, premiada con el Príncipe de Asturias de la
Cooperación Internacional, ha instado a que se permita a los trabajadores de
Cruz Roja y Media Luna Roja el trabajo en todo el mundo.

En la ceremonia de entrega de
los premios en el Teatro Campoamor de Oviedo ha intervenido junto a Konoé el
presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Peter Maurer, quien ha
pedido a todas las fuerzas armadas y todos los grupos armados, políticos y
líderes locales que les permitan realizar sus tareas de forma segura.
Maurer ha instado que se
permita a los trabajadores de Cruz Roja y Media Luna Roja el trabajo, pero
también a todo el que trate de aliviar el sufrimiento humano de manera
imparcial, sean enfermeras, paramédicos o médicos, para que tengan un ejercicio
neutral, "libre de presiones y ataques".
Es lo preciso, ha subrayado
Maurer, "para preservar un cierto grado de humanidad en caso de
desastre".
En su discurso en la ceremonia,
ha tenido un recuerdo para quienes han perdido la vida en los últimos meses
tratando de salvar la de otros.
Pérdidas que se han dado en
Pakistán, Yemen y Siria, entre otros lugares, y que, ha añadido Maurer, son
trágicas por dos razones: porque murieron personas desinteresadas y de talento
y porque ahora otras quedas desamparadas por ello.
Konoé, al igual que Maurer, ha
recordado a los fallecidos en su labor humanitaria; "su entrega jamás será
olvidada", ha remarcado.
Asimismo, ha indicado que la
mayor red humanitaria del mundo cuenta con trece millones de voluntarios
activos.
"Frente a las guerras, los
desastres, la pobreza, la violencia, la exclusión o la estigmatización (los
voluntarios de la Cruz Roja) demuestran a través de sus acciones que todos
podemos ser parte de la solución cuando se trata de mejorar la vida de las
personas más vulnerables, y hacer de este mundo un mundo mejor", ha dicho
Konoé.
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