Los miembros del Cuerpo Municipal de Voluntariado por Zaragoza han sido de los primeros ciudadanos en conocer en persona uno de los equipamientos más deseados de la ciudad. La antigua Azucarera del Rabal albergará la oficina permanente del cuerpo. Lola Ranera, concejala delegada de Régimen Interior del Ayuntamiento de Zaragoza fue la anfitriona. "Hemos querido tener la deferencia de que ellos fueran los primeros en conocer el edificio --afirmó--, con motivo del Día del Voluntariado", que se celebra hoy.
La concejala aseguró que el ayuntamiento ha querido tener este gesto con ellos "porque entendemos que el Voluntariado por Zaragoza es hoy por hoy esencial en la ciudad. Ningún gran evento lo podemos entender ya sin él y por eso creímos que ellos tenían que ser los primeros en conocer esta joya de edificio", añadió.
Esta "joya" de la arquitectura industrial será la sede de Zaragoza Dinámica, el Instituto Municipal de Empleo y Fomento, "un edificio fundamentalmente entendido para el empleo y el emprendimiento que no tendría sentido si no iba de la mano de la participación ciudadana", explicó. "Por eso entendimos que el Voluntariado por Zaragoza podía jugar un papel imprescindible en todo ello".
Un polo de atracción
La concejala afirmó que será "en marzo" cuando la Azucarera abra sus puertas. Entonces, el Rabal ganará un equipamiento muy esperado que dinamizará la vida del una zona residencial relativamente nueva. Con la inclusión de la oficina del voluntariado en este "icono de ciudad", como lo calificó Lola Ranera, "garantizamos que la gente de la margen derecha venga a la margen izquierda. Los voluntarios son muchísimos y nos van a garantizar este traspaso al otro lado del Ebro".
Los contenidos de la Azucarera se sustentan "sobre tres ejes", explicó Javier Fernández, responsable del nuevo equipamiento, que también guió al grupo de 120 voluntarios en su visita. Estos son "empleo, nuevas tecnologías y participación". Respecto del empleo, un semillero de empresas fomentará "la cultura del emprendimiento", según Ranera, "dotando a los jóvenes de instrumentos para que monten sus propias empresas".
Además, el edificio contará con una biblioteca y mediateca especializada en cómics y en nuevas tecnologías, además de equipamientos informáticos "de primer nivel que responden a necesidades que ahora mismo no se cubren", según Fernández. Para Ranera, la Azucarera supone "un salto cualitativo". También los voluntarios participarán de las "sinergias" que se generarán en "este edificio de oportunidades basadas en el empleo", ya que la formación es la base del cuerpo municipal. Para la concejala, este centro representa "un cambio cultural" en la concepción de los equipamientos municipales.
El Periódico de Aragón - Mario Gracia
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