Durante la madrugada de viernes Santo y hasta bien entrado el mediodía del viernes todo hacía presagiar que la procesión del Santo Entierro tendría que ser suspendida por causas climatológicas adversas en lo que algunos llaman ya, “la maldición de los años impares”, consecuencia de interrupciones, reducciones y suspensiones acaecidas en el último decenio a causa de la lluvia (2005 - 2007 - 2009).
Este año los organizadores de la procesión del Santo Entierro tuvieron que tomar una vez más la decisión de suprimir la parte sur del recorrido, si bien y debido a la gran participación de cofrades (5.300) que procesionaron por las calles de la ciudad se vieron en la necesidad de alargar la procesión con un bucle en la bandeja de la Plaza del Pilar, para dar cabida a todos. Así a las 18:00 horas se pudo oír a las puertas de la iglesia de Santa Isabel de Portugal (San Cayetano) la exclamación esperada, por todos los cofrades congregados en las inmediaciones de la Plaza del Justicia; ¡Se sale! ¡Vamos, a formar, rápido!, cumpliéndose así un año más con la tradicional procesión del Santo Entierro de Zaragoza, organizada por la Muy Ilustre, Antiquísima y Real Hermandad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de la Misericordia.
Bajo la premisa de que había riesgo de lluvia y tenían que ir rápidos, las cofradías salieron a la calle con sus estandartes tapados con plásticos, algunos sin pasos y en silencio, mientras la Policía Local y efectivos voluntarios de Protección Civil, indicaban al público asistente los cambios de última hora del recorrido.
Recorrido reducido: Iglesia de Santa Isabel, Manifestación, César Augusto, Coso alto, Plaza de España, Coso bajo, San Jorge, San Vicente de Paúl, Sepulcro, Plaza San Bruno, Plaza de La Seo, (Plaza del Pilar – ampliación recorrido), Jaime I, Espoz y Mina, Manifestación, Iglesia de Santa Isabel.
La Agrupación de voluntarios de Protección Civil del Ayuntamiento de Zaragoza, participo con once efectivos, utilizando para su traslado los vehículos PC6 y PC10. Su misión en colaboración con Policía Local, consistió en la habilitación de transito en varios pasos de peatones, estableciendo pasillos alternativos entre los grupos de cofradías, “algo a lo que de norma, no se acostumbra el público y que genera no pocas controversias”. Otros cometidos fueron la atención a las posibles salidas de vehículos de los parking de la zona y el acompañamiento al cierre de la comitiva.
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