Desde ayer, más de trescientos figurantes, cuatro piezas de artillería y una treintena de jinetes valencianos e irlandeses con sus respectivos animales, ocupan el campamento instalado en la arboleda Macanaz.
En esta recreación en la que cada regimiento ha instalado su propia tienda, alrededor de medio centenar, se podrán observar escenas cotidianas de la vida militar de entonces como la limpieza de las armas o la elaboración de cartuchos, no así del rancho que comían los soldados por la prohibición de hacer fuego, ha explicado el director general de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Miguel Zarzuela.
En la tarde de hoy se realizará una demostración en el Paseo de la Independencia de todos los participantes, en las que las fuerzas de infantería, que lucirán rigurosas recreaciones de los uniformes de la época e incluso algunas armas originales, evolucionarán en las distintas formaciones de combate del siglo XVIII, haciendo descargas cerradas de fusilería.
Mañana al mediodía se recreará la batalla en los terrenos históricos donde sucedieron parte de los acontecimientos y en los que actualmente se sienta el complejo de ocio y comercio Puerto Venecia.
Se trata de un espectáculo didáctico y emocionante sobre uno de los capítulos menos conocidos de la historia de Zaragoza que motivó la restauración momentánea de los Fueros de Aragón por el Archiduque, agradecido por el apoyo aragonés a su causa, ha señalado Alfonso Gamero, portavoz de la Asociación Aetas Rationis (La edad de la razón) de recreacionistas del siglo XVIII.
Zaragoza fue uno de los escenarios en los que se libró la Guerra de Sucesión española, que enfrentó a las grandes potencias europeas del momento -Francia y Austria- junto con sus respectivos aliados, para dirimir el liderazgo de Europa y que a su fin, en 1714, supuso la pérdida para España de los Países Bajos, Nápoles, Cerdeña y Milán a favor del Imperio Austríaco.
En la Batalla de Zaragoza, también conocida como Batalla del Monte Torrero, participaron veinte mil soldados de las tropas borbónicas con Felipe V al frente y apoyadas por soldados de la Corona de Castilla y de Aragón, valones, italianos e irlandeses.
Frente a ellas, el archiduque Carlos de Austria, pretendiente al trono español, desplegó 25.000 soldados de Castilla y de Aragón junto con ingleses, alemanes, austríacos, portugueses, holandeses y hugonotes.
En la batalla, el ejército borbónico perdió 8.000 soldados y 5.000 fueron apresados frente a las 2.000 bajas de los opositores.
Durante todo el día de hoy y la tarde de ayer las tropas “recreacionistas” del borbón Felipe IV y del archiduque Carlos de Austria acantonadas en la arboleda de Macanaz, han participado en diversas demostraciones de la vida cotidiana y militar del siglo XVIII, luciendo sus mejores galas de época ante un asombrado auditorio.
El desfile desde el campamento de Macanaz, hasta la Plaza del Pilar, donde ha tenido lugar el acto de Inauguración de la conmemoración histórica, ha sido seguido por numeroso público al paso de los recreacionistas por las calles de la ciudad.
Ya por la tarde, se les ha podido ver en el Paseo de la Independencia demostrando estar en forma, al paso de maniobra y ataque de las tropas infantería, mientras la artillería desplegaba su poderío ensordecedor.
Durante el recorrido de la tarde los voluntarios de Protección Civil han acompañado a las unidades de infantería y caballería, hasta el Paseo de la Independencia, cerrado al tráfico y completamente vallado el espacio donde se realizaba la exhibición. Nueve voluntarios con los vehículos, PC6 y PC9 han participado en este operativo preventivo del III Centenario de la Batalla de Zaragoza (Guerra de Sucesión) 1710 – 2010.
ABC - Agencia EFE
La Batalla de Zaragoza 1710-2010
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