Hace unos días se cumplió uno
de los sueños compartidos y esperados de los voluntarios de la Agrupación de
Protección Civil del Ayuntamiento de Zaragoza, nuestro compañero Jimeno,
cumplía su sueño por partida doble, en lo personal y en lo representativo a
este colectivo que somos todos los voluntarios de Protección Civil de Zaragoza,
en activo, también porque no decirlo de aquellos que trabajaron por su
consecución y que ya no forman en nuestras filas, reconociendo su tesón con
este merecido recuerdo.
Para todos el 20 de noviembre
fue un gran día; "un pequeño paso para el voluntario y un gran salto para el Voluntariado", emulando la famosa frase del 21 de
julio de 1969 cuando Neil Armstrong pisaba la superficie lunar.
Atrás quedaba ya el curso
básico de Auxiliares de Ambulancia, realizado en marzo de 2012, tan escaso en
plazas para los voluntarios y que al final tuvimos que jugar con un ajustado
blanco o negro al 50 por ciento. El curso, mucho más que intensivo se realizó
en cinco días con una carga lectiva presencial de 30 horas con el temario
siguiente y las consiguientes tutorías personales:
Transporte
sanitario
Cuidados
y mantenimiento del vehículo; equipamiento
Presentación
comunicaciones: equipos y mantenimiento
Resucitación
cardiopulmonar y soporte vital básico
Primeros
auxilios en heridas, hemorragias, quemaduras y traumatismos
Miscelánea
Actitud
ante traumatizados y poli traumatizados
Técnica
de conducción
Mantenimiento
y utilización del equipamiento de la ambulancia
Utilización
del equipamiento de la ambulancia
Examen/
valoración del curso
Hoy podemos decir sin equívocos que esta prueba
esta ya superada, espero además con nota. Pero nuestro camino diario nos pone a
prueba constantemente y son muchas las pruebas que todavía nos quedan por
superar, tiempo al tiempo con paciencia y tesón, vamos haciendo camino al
andar.
Reflexionemos también todos con responsabilidad
y madurez, aquello a lo que realmente podemos aspirar, bajo un punto de vista
individual "ser capaces de conseguirlo y mantenerlo" al fin y al
cabo, solo somos voluntarios.
Editorial
V093Zgz
Relato de
un Auxiliar de ambulancia, voluntario en prácticas de la UVI Móvil de Bomberos
Zgz.
A todos nosotros supongo que en
algún momento de nuestra niñez nos han preguntado por lo que queríamos ser de
mayor, las respuestas suelen ser de lo más dispares, los niños policías o
bomberos, las niñas enfermeras o médicos y la razón que se da es casi siempre
la misma, para curar a los demás, con el tiempo esos sueños se van pasando y
por cuestiones de la vida vamos encaminando nuestros pasos hacia otras
profesiones, yo hace unos cuantos años (ya va para unos catorce) decidí volver
a encaminar mis pasos hacia esos sueños que tenía cuando era pequeño, hace dos
días he hecho realidad mi sueño, la UVI roja que tantas veces he visto pasar
por delante de mi casa a través de la ventana esta vez me llevaba dentro a mí,
y no como paciente sino como parte integrante de su dotación.
20
de noviembre de 2013
El miércoles a las ocho de la
mañana estaba como un niño el primer día de escuela, no nervioso pero si
expectante y con los oídos bien abiertos para lo que me fueran indicando los
que iban a ser mis compañeros por unas cortas pero intensas horas. Un primer
repaso a todo el material del que dispone la UVI con Paco (enfermero) y
primeras preguntas por mi parte, no te preocupes me dice, tu no te despegues de
mi y como ya te he visto muchas otras veces en otros servicios se que sabrás
como desenvolverte. Bufff, respiro
aliviado y se me suben los colores al saber que alguien se fija en nuestra
labor cuando estamos en la calle.
10:35h. - Salida para la ambulancia.
- Mercado Central. - Caída.
Escueto el mensaje pero conciso,
apenas nos ha dado tiempo para dejar todo repuesto y ya estamos montándonos y
poniéndonos los guantes en las manos. Manos que entre frías por la temperatura
y los nervios me cuesta más el ponérmelos que otras veces. Ya estamos en marcha
y los primeros vaivenes, frenazos y acelerones se hacen llevaderos entre risas y
nervios, bajo las indicaciones que nos va haciendo Gerardo (médico) llegando en
apenas 2 minutos desde Valle de Broto. Bajamos y ya nos están esperando, las
caras de los que nos observan nos demandan sin decirlo una solución rápida,
primera valoración del médico, contusiones y un brazo roto, levantamos al señor
y nos lo llevamos al interior de la "roja" para empezar a asistirle
en condiciones. Paco me va guiando, - coge aquí y sujeta, - corta por aquí y
estira despacio, poco a poco noto como mi tensión inicial va despareciendo y
como si lo hubiera hecho siempre voy abriendo cajones y facilitándole el
material que me va pidiendo, - se nota que has prestado atención esta mañana me
dice. Una vez estabilizada la fractura del señor nos vamos para el Servet y de
vuelta a Bravo.
11:40h. - Atención, salida para
ambulancia. - Atropello por un camión a un peatón en avenida San José.
Vuelta a los nervios esta vez
es algo más grave, la "roja" sale esta vez más deprisa y en apenas
cuatro minutos llegamos a la Avenida de San José. la Policía Local nos ha
cortado todo un carril y esta vez son sus caras de asombro al ver bajarse de la
"roja" a alguien vestido de naranja lo que me llama la atención. Pero
no es a ellos a quien vamos a ver, la persona en cuestión esta boca abajo y
sangrando mucho por la nariz, Gerardo ya está de rodillas y Paco situado detrás
del accidentado. Llevamos el tablero espinal, y el collarín para comenzar a
ponérselo, la gente murmura y se oye llorar a la hija del accidentado. - Esta
bien, - no es grave, dice Gerardo. - Solo
un poco escandaloso por la sangre. Bufff,
todos respiramos aliviados pues aunque ellos estén acostumbrados se les nota
relajar la tensión a raíz de esas palabras. Mismo procedimiento, inmovilizamos
al señor y lo introducimos en la "roja", estabilizamos esta vez ya
preparando goteros como me había indicado antes Paco y traslado de nuevo a
urgencias del Servet, para regresar de nuevo a Bravo. Después de reponer el
material gastado no nos queda más tiempo que para analizar un poco como ha
podido atropellar al peatón en el lugar en cuestión. Tras recoger nuestras
prendas del interior de la "roja" nos despedimos hasta el día
siguiente, con un, - mañana más. Yo respiro tranquilo y salgo del Parque, nº 1,
todavía con la adrenalina a tope, pues hoy puedo decir que dejando atrás los
problemas de la vida diaria mi sueño de niño se ha hecho realidad.

21
de noviembre de 2013
Primera tarea del día después
de haber salido de casa repasando si llevaba todo en los bolsillos del chaleco,
es pasar por una pastelería a comprar cruasanes recién hechos a modo de bienvenida
- despedida de las practicas. Cuando llego al botiquín del Parque nº 1, Paco me
saluda y me dice, - hoy vamos a estar más relajados, al jefe lo tenemos de viaje
y no estará por aquí. Ante lo cual al sacar la bolsa de los cruasanes hace que
avise a los demás enfermer@s y les diga de ir preparando las guirnaldas que,
hoy hacemos fiesta. Posteriormente bajamos a revisar la A-12, ultima ambulancia
adquirida por bomberos y que esta noche la ha tenido movida, con lo cual
suponemos que algo de material habrá que reponer. Una vez dentro del habitáculo,
hoy no es Paco quien me va enseñando donde están las cosas sino que sin decir
nada me deja que sea yo quien comience a realizar la revisión, observándome
mientras yo voy abriendo mochilas, cajones y balas de oxigeno para comprobar
que todo está disponible para salir.
Revisado y repuesto nos vamos
hacia una cafetería cercana a tomar un café con la dotación que ha estado de
noche (Javier y Carlos) para comentar un poco como les ha ido el servicio.
Luciano, otro de los médicos me señala, que le sorprende el que un voluntario
este de prácticas en la UVI pero que a su vez lo ve positivo a la hora de
reforzar la formación de los mismos. Mientras vamos devorando con fruición unos
churros con el café (los cruasanes los dejamos para el almuerzo), recibimos una
llamada a través del walkie;
-
A-12 para central, tenéis una salida.
Sin apenas terminar de bebernos
el café salimos corriendo de la cafetería y mientras echamos una pequeña
carrera hasta el Parque, nos van pasando más información; - Persona que no
responde en su domicilio. Nos montamos en la ambulancia y conectamos la
calefacción pues el habitáculo todavía esta frio. Salimos con luces, sirenas y
lo más rápido posible, no sabemos más que lo que nos han dicho. Llegamos a
Alvira Lasierra, y cuando accedemos al portal observamos unos ascensores muy
estrechos, el uno no funciona y en el otro tan apenas cogen dos personas de
perfil Gerardo me sonríe y (sexto piso) pago la novatada. Mientras él y Paco se
introducen en el ascensor con la mochila de piso de material circulatorio me
dice, - ves subiendo tu por las escaleras con la mochila de piso de material
respiratorio, (unos 15kg) que en esos momentos no parecen nada a las espaldas, así
que allí que nos encaminamos, Miguel Ángel el conductor y yo. Sorpresa tienen
principal, así que serán siete pisos; al llegar al cuarto la mochila ya pesa
pero es más fuerte la inquietud de no saber con qué nos vamos a encontrar y ohhh, bendita adrenalina llegamos antes
Miguel Ángel y yo que Gerardo y Paco que aun deben andar por el quinto con el
ascensor. Accedemos al domicilio en el cual se encuentran las hijas de la
paciente en cuestión franqueándonos la puerta, y nos encontramos con la señora
en su cama tumbada boca arriba y con la mirada perdida, en esto Gerardo y Paco
ya entran en la vivienda y comienzan a valorar, - prepara un gotero, me dice, -
vamos a cogerle una vía. Abro la mochila y me dispongo a purgar un gotero. En
ese momento no me doy cuenta del suero que he cogido y lo pincho, a lo cual se
queda mirando Gerardo y muy serio espeta: - ¿cómo es que habéis pinchado uno de
100ml?, glubsss, trago saliva y en
ese momento recuerdo que llevamos de 500ml, culpa mía le digo y sonriendo me dice
vahhh, - tranquilo, cuando se gaste
ese pincha otro grande y en paz. Bufff, un poco más y se me cae hasta la
mochila de las manos. - Es normal me dice Paco, - son los que más a mano están
y no eres al primero que le pasa. - Que tal la subida con la mochila, me dice
entre sonrisas. - Pues?, todavía retomando el aliento le respondo con una
sonrisa cómplice…
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Tras una exploración completa a
la señora, el médico cree que puede ser un ictus, así que bajamos a por la
silla de traslados para bajarla en el mini ascensor y trasladarla al Servet,
donde la dejamos en otras buenas manos. Después de dar el disponible de nuevo
nos vamos hacia el Parque 1.
Una vez allí de nuevo, nos
esperan Carlos y Leti con café recién hecho para devorar los cruasanes, no vaya
a ser que se pongan duros o den buena cuenta otras personas. Tras este pequeño
receso nos encaminamos a hacer la revisión del PSA móvil (Puesto sanitario
Avanzado) que se encuentra en la antigua A4 pues fue el que se utilizo en el último
simulacro y faltaba algún material. Nos recogemos otra vez en el botiquín y
repasamos la prensa del día esperando una nueva salida, que esta vez se produce
en torno a la una del mediodía.
-
Colector (Bº de la Jota) señora que se ahoga.
Vuelta al nerviosismo, esta vez
llegamos super rápido al barrio de la Jota, pero al no ser exacta la dirección
comenzamos a buscarla mirando todos los integrantes de la dotación a todos los
nombres de calles que observamos. Después de brincar aceras, dar marcha atrás
dos veces y preguntar otras tantas, encontramos la calle en cuestión. Entramos
en el portal y esta vez es Gerardo el que me dice entre sonrisas, - pasa pa
dentro que esta vez el ascensor es más grande. Subimos los cuatro con todo el
material de pisos y cuando llegamos al dormitorio la señora en cuestión nos saluda
muy amigablemente y con mejor color que alguno de nosotros, bufff, respiramos aliviados de nuevo y
nos cruzamos miradas cómplices pensando en esas llamadas que luego no son lo
que parecen. El médico comienza la exploración y ya nos comenta que podemos
bajar que es un fuerte catarro y que tiene bastantes flemas. Una vez que la
explora pasa aviso a su Centro de Salud y tras unas pequeñas indicaciones para
que no le vuelva a ocurrir, bajamos de nuevo para regresar al Parque nº1.
Cuando llegamos no nos queda
tiempo nada más que para hacernos unas cuantas fotos y despedirnos con una gran
sonrisa por mi parte y un gesto y un guiño de ojos de aprobación por parte de
Paco, con un - hasta mañana compañero.
Solo me queda desde estas líneas
dar las gracias a los integrantes del servicio de Asistencia Médica de Bomberos
del Ayuntamiento de Zaragoza por acogerme como uno más de los suyos y haberme
hecho sentir que lo que hacemos por pequeño que sea siempre es importante. GRACIAS
en especial a Jesús Rodríguez, Paco, Gerardo, Leti, Carlos, Javier, Luciano,
Armando, Rosa y todos los compañeros de Bomberos de Zaragoza.
20131120/21
Pedro
Jimeno